…mezclarse con otras sombras. Cerré los ojos por un momento para volver a mis propios cabales, las palabras “Hazlo por mama” resonaban por el infinito espacio de mi cerebro. Oficialmente estaba solo, ya ni siquiera Emily podía cuidarme. Mi mente se perdía con el vacio de las calles.

– ¡Justo a tiempo!

Una voz desconocida me hizo voltear hacia una de las casas vecinas. Caminando apresuradamente por la banqueta se encontraba un tipo más o menos de mi edad. A primera vista no era más que un nerd fanático de Harry Potter.

– ¿Cómo? – pregunté con un tono de fastidio, ya ni siquiera creía que fuera alguien de verdad… posiblemente se tratara de mi hermano fallecido creado por el pedo del lechero en la dimensión de los payasos. No tenía muchas ganas de complicarme un poco más mi existencia.

– ¡Que cara! – contestó el chico llegando tranquilamente. Era más joven de lo que se veía y más delgado también. Sus mangas le quedaban como Tontín el de Blancanieves. – Soy Orb.

– ¿Orb? – una segunda pregunta se había formulado, mi cara era la misma que la que uno hace los domingos al estar crudo y eres despertado para preguntarte si vas a levantarte para ir a la iglesia. Mi tono de voz explicaba todo.

A diferencia de mi, el rostro del chavo denota algo de decepción al ver que no lo conozco – ¿Spellbook? ¿Granja Mutante? – Agregó esperando que mi cerebro carburara con tan vaga información  – ¡Alimentaste mis gallinas radioactivas por cuatro días!

– Espera, ¿Dijiste Spellbook? – Dije mientras mis manos tomaban al ñoño de su sudadera casi por inercia, la desesperación comenzaba a invadir mi cuerpo  – ¡¿Qué sabes de todo esto?!  ¡HABLA! ¡AHORA!

Orb tampoco esperaba ser zangoloteado, podía ver como las preguntas y mi tono de voz no lo dejaban pensar bien y se sentía intimidado. Sus ojos solo me expresaban algo de miedo ante mi reacción.

– ¡Hey perate! – Dijo él zafándose de mis jalones– ¡Yo no sé a qué te refieres con “Todo esto”! – Dio varios pasos hacia atrás y me observó algo preocupado – Yo solo sé que eres TwilightDoor y que debo cuidarte de… algo… o al menos eso fue lo que ese tipo me dijo por Spellbook…

– ¿Magician? – agregué sin pensarlo. El chico de lentes se me quedó viendo por un momento y su rostro cambió. – Si, ¡Ese mero! ¿Lo conoces?  Él me mandó un mensaje por spellbook antes de que pasara todo.

-¿A qué te refieres con “Todo”? – pregunté extrañado. ¿Había perdido a su madre también? ¿O será que su hermana que no existe también acosa su cabeza? Mientras mi cabeza se cuestionaba, él comienza a buscar algo en sus bolsillos. – Espera, necesito que ve…

Orb se estremeció de repente interrumpiendo su búsqueda y volteo hacia la dirección de donde estaba mi casa. Como si hubiera escuchado un ruido muy fuerte. Lo extraño era que lo único que se podía escuchar era el viento.

– Espera… sígueme… – dijo tomándome del brazo y jalándome con fuerza. Al principio opuse resistencia pero al ver que se dirigía en dirección a casa de Rachel tuve algo de confianza. Si las cosas se ponían feas solo tenía que correr y subirme por el árbol hasta su cuarto como siempre.

Corrimos algunas cuadras lejos de mi casa. El estrés e inseguridad que sentía se fue alejando poco a poco dejándome respirar un poco mejor. Pero mi necesidad por saber que pasaba seguía golpeando mis sesos al igual que la preocupación por mi madre. No tuve más remedio que detenerme de golpe si es que quería respuestas.

– ¿Me vas a decir que pasa o también me dirás que no puedes? – le dije al tipo con un tono cortante.

Orb volteo algo molesto al momento que tiraba unas monedas al suelo.

– Esto pasa…

Pero las monedas se quedaron ahí, suspendidas en el aire…

– ¿Sorprendido?