Entrada #13: Lagrimas

que seria peligroso que la dejáramos entrar en este plano”- dijo orb, en un tono que deteste.

-Si claro, es lo que nos quiere hacer creer, a el no le conviene que Emily entre a este mundo y me ayude a…-y para variar otra interrupción, ahora Rachel era la que hablaba.

-no se trata de eso James, nos explico que cada sombra tiene una manera “diferente” de llegar a este plano, en el caso de Emily y la conexión que tiene contigo, pues…seria peligroso para ti-dijo todo esto mientras tomaba mi mano y la acariciaba, supongo que lo hacia con el fin de tranquilizarme.

Después de escuchar esas palabras la habitación quedo en silencio, con aquellos dos mirándome y yo atado, fue cuando ya no pude más. Ya no me interesaba saber sobre voces, sobre planos, sobre “hubieras”, sobre quien y quien no tenia la razón, mi madre estaba muerta o algo así, y es lo único que me importaba ahora. Y de alguna manera quería el tiempo, para llorarla, quería detenerlo todo, quería que todo se congelara y no avanzara, quería sentarme, tomarme la cabeza con mis manos y llorar.

Entonces una extraña energía recorrió mi cuerpo, note como todos los vellos de mi cuerpo se movían y de mi boca salio solo una palabra “detente”.

Y toda la habitación se torno blanco y negro, Rachel y orb se quedaron paralizados frente a mi, con sus respectivas posiciones de consternación, luego la palabra “desatar” salio de mi boca y todas las cuerdas que tenia se soltaron una a una con mucha calma, yo me incorpore y nada de esto me sorprendía, de alguna manera sabia que yo lo había provocado, que yo había hecho este… ¿hechizo? Pero que mas me daba, solo camine por el cuarto que parecía una película congelada, de esas viejas que a veces solía ver mi madre, le gustaban mucho, decía que las veía con su abuela cuando mi madre era tan solo una niña, y que disfrutaba mucho esos momentos ya que siempre había pasteles y galletas cuando las veía, decía que eran verdaderos “clásicos” -no como las películas de hoy en día- mencionaba, de hecho solía verlas todavía, tenia colecciones y colecciones de esas películas, recuerdo que era fácil darle un buen regalo de cumpleaños, solo tenia que buscar una película vieja de las que le faltaban y listo, era la mujer mas feliz del mundo, siempre se sorprendía de lo que le daba aunque ella sabia que era una película, era tan fácil hacerla sonreír, su sonrisa…su abrazo y ahora…

Y entonces las lagrimas regresaron y con ellas una punzada en el corazón, la cual hizo que me doblara de rodillas, y empezara a sollozar mientras tomaba mi rostro con mis manos y ahora sabia que la palabra que saldría de mi boca no seria ninguna evocación, ningún hechizo, solo una palabra que me haría llorar cada ves que la pronunciara de aquí en adelante…”mama” dije.

-Mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa- y golpe el suelo con todas mis fuerzas mientras mis lagrimas mojaban la alfombra del cuarto de Rachel.

No se cuanto tiempo estuve llorando y golpeando el suelo, había perdido la noción del tiempo o el tiempo al parecer me había perdido a mi, todo seguía igual, menos yo, las caras de orb y de Rachel paralizadas, observando consternados un montón de ataduras en el suelo, y yo en pie delante de ellos.

Observe mi propia mano y pude notar que yo era lo único que tenia color en esa habitación, reflexione por un momento, y pensé si también había afectado todo el mundo con lo que había hecho, bueno tampoco creo ser tan poderoso ¿o si?, vaya me estoy saliendo del tema, ya había tomado una decisión y tenia que comunicársela a Rachel y aunque no me agradara del todo también a orb, así es que tenia que hacerlo.

Pronuncie la palabra “continua” y todo…