-Si, si las recuerdo…¿que tratas de decirme?-

-Muy facil hermanito, pues en efecto tu eres el maestro de esas lindas sombras-

-¿Que carajos?-

-No de todas hermanito-

Volteé horrorizado a la dirección de donde salió aquella voz, porque sabía que esta provenía de esa cosa suspendida en el aire, y así fue, esa cosa enlodada, estaba hablándome, con sus condenados ojos rojos y su maldita mandíbula llena de diminutos y afilados dientes, maldita sea, realmente me provocaba terror mantenerle la mirada.

-¿Pero cómo es posible que…?

-Jajajaja por favor james, tienes poderes, pero no eres ningún dios- Dijo la cosa enlodada de dientes afilados. Acto seguido comenzó a forcejear en el aire, como si estuviera atada, primero fueron los brazos, y cada vez que conseguía mover una parte de su cuerpo, se notaban como pequeños cristales se rompían alrededor suyo, para luego desaparecer cuando caían al suelo, podía verse que no le resultaba fácil soltarse.

-¡Esto no puede ser!- Grito la Emily interna

Y si…comencé a asustarme

-¿Como es posible que ella sea tan fuerte?-

-¿Y yo como diablos voy a saber eso?-

-James ahora si toma mi maldito consejo y !CORRE¡-

Sin dudarlo esta ves, comencé a correr con dirección a la puerta, y al momento de hacerlo, poco a poco la realidad comenzó a librarse de mi hechizo o magia o deseo o fuera lo que fuera que había hecho, escuche un golpe detrás mío, sabía que ella se había soltado y había caído al suelo, abrí la puerta y note que el cielo estaba completamente negro, pero aun así se podía ver por completo el resto del vecindario.

De pronto algo me empujo violentamente hacia la calle, el golpe hizo que todo mi cuerpo saliera volando hacia el pavimento, trate de incorporarme pero las piernas no me respondían, veía todo muy borroso, luego note como pedazos de madera caían alrededor mío, pedazos blancos de madera, no entendía que acababa de ocurrir.

-James…james…levántate por favor-

Note como Emily, la que estaba dentro de mí y no esa cosa de lodo negro, estaba tratando de contenerse, creo que, estaba llorando.

-¡¡¡¡¡James por favor, por favor levántate, si ella te toca todo se termino, por favor James!!!!!!!!-

Si, efectivamente, estaba llorando y gritando, pero yo me encontraba muy aturdido, pero pude voltear mi cuerpo en dirección de mi casa y fue entonces cuando reaccione.

La casa…ya no estaba, solo estaba parte de ella, podía ver desde la calle como mi cuarto que estaba en la planta alta, se caía sobre la planta baja y destrozaba lo que quedaba de la cocina, y los pedazos alrededor mío no eran más que pedazos de lo que fue mi casa, de hecho por toda la calle se encontraba cosas que recordaba, mi ropa, mi televisor, el ordenador. Y ella está de pie, sonriéndome con su condenada sonrisa que me aterraba y viéndome con esos malditos ojos, llenando la calle de su porquería negra.

-Eres un descuidado hermanito o más bien un egocéntrico, ¿de verdad creías que con la poca experiencia que tienes podrías detenerlo todo? Jajajajaja eres tan tierno-

Y comenzó a caminar lentamente, sabía que no podía moverme y tenía completamente la razón, mis piernas seguían sin responderme.

-Jajajaja ahora comprendo porque ese anciano afeminado es tan insoportable-

-De…quien…estas-

Mientras hablaba note que escupía sangre de mi boca, realmente estaba muy mal, creo que ella tenia razón me confié demasiado.

-¡Jaaaaaaaaaaaaaaaameeeeeeeeeeeeeeeees¡-

No fue el grito de mi hermana lo que también hizo que yo gritara, sino una horrible punzada que provenía de mi espalda, el dolor era insoportable, no entiendo como no me desmalle del dolor, pero comencé a revolcarme en el suelo violentamente, puse una de mis manos en la espalda y pude notar con mucho horror que algo estaba saliendo de mi espalda, mis manos recorrían la figura y entonces comprendí que se trataba de un rostro humano, ella estaba…