-Tú dices que Seamus esta muerto, ¿pero si es así quien está con James?, ¿quién puede ser tan poderoso como para alejar a esa cosa que lo amenazaba?.- pregunté a Orb que en esos momentos parecía tener la mirada perdida.

Orb tardo unos instantes en responder. -No lo sé Rachel, esa es la historia que Magician me contó.-

-¡Bah, Magician!, ¿realmente crees que ese viejo nos dice toda la verdad?. Pero bueno, creo que ahora no importa mucho, por lo menos cumplió algo de lo que prometió. ¡Vamos!, no sé que estamos esperando, ¡Ahí esta James!.- agarré a Orb del brazo y comencé a llevarlo hacía James.

-Espera Rachel.- dijó Orb, -Tal vez no debamos molestarlos, seguramente tienen mucho de que hablar y no creo que les seamos de mucha ayuda.-

-¿Qué?. ¿Estás bromeando verdad?.- grité exhaltada. -¿Qué es lo que estas diciendo? Quieres que nos vayamos, así sin más, después de todo lo que tuvimos que hacer para llegar aquí.-

Me detuve y respiré profundamente.

-Mira Orb, no sé que es lo que te está pasando, pero tienes que reaccionar maldita sea.-

Orb no parecía convencido.

-Además, no creo que podamos encontrar una salida de este lugar sin su ayuda. No te quiero obligar a… no espera, que estoy diciendo.-

Dejé de hablar y comencé a jalar a Orb hacía James.

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Una mano se agitaba rápidamente enfrente de mí, la visión de mi madre comenzaba a desvanecerse.

-James, James, tienes que concentrarte.-

-¿Qué?. ¿Qué le está pasando a mi mamá?-

-Tienes que tener cuidado en este lugar James, esa no es tu madre, no puede serlo y tú lo sabes.-

Seamus se arrodilló frente a mi y pusó su mano en mi hombro.

-Estas creando ilusiones sin darte cuenta y esa.- señaló a la visión de mi madre -puede ser muy peligrosa. Por poco te pierdes en ella.-

La imagen de mi madre cada vez era mas borrosa, él tenía razón, mi madre no podía estar aquí.

-Muy bien James, estás aprendiendo rápido.-

Miré por unos instantes más a mi madre hasta que se desvaneció por completo. Cerré los ojos y pusé mis manos sobre mi rostro.

-La he perdido de nuevo.-

-Lo siento. Quisiera haber llegado antes, es mi culpa, confíe demasiado en las personas equivocadas, pero aún no es muy tarde, todavía hay tiempo.-

-¿Sí?.-

Levanté la mirada hacía Seamus.

-Dígaselo a mi madre.-

Me paré y comencé a sacudirme la ropa, estaba lleno de tierra y de lo que había sido mi sangre.

-James, yo..- comenzó Seamus.

-¡James!-

Era la voz de Rachel, pero no podía ser. Volteé hacia atrás y ahí estaba ella a unos cuantos metros de distancia, venía jalando a Orb y haciéndome señas con una mano.

-¿Es otra ilusión?.-

-No.-

-¿Qué está haciendo aquí, cómo llegó?. ¿Fuiste tú?.-

-No totalmente, pero sí ayudé.-

Rachel dejó a Orb y se soltó corriendo hacía mi.

-¡James!.- gritó mientras me abrazaba fuertemente.

-Rachel, ¿qué estás haciendo aquí?. No pensé que te volvería a ver.- dijé mientrás la abrazaba.

-¿Realmente pensaste qué te librarías tan fácil de mi?.- Ella me soltó y di un paso hacía atrás. -Nos has dado un buen susto James, no lo vuelvas a hacer quieres.- me soltó un rápido golpe en el brazo como era su costumbre.

En ese momento pareció darse cuenta del estado de mi ropa.

-¿Estás bien?- preguntó alarmada -Lo siento no me fije, tenemos que llevarte a un hospital…-

-Rachel.- interrumpí.

-Aunque no sé cómo haremos para sacarte de aquí, pero…-

-Rachel, estoy bien, esta no es mi sangre.- mentí.

Me miro fijamente a los ojos, ella me conocía demasiado bien, no la podía engañar.

-Bueno, sí lo es, pero ya estoy bien.-

Su mirada no cambio.

-En serio Rachel, deja de verme así, no sé como paso, pero no tengo ni una sola herida en el cuerpo, te lo juro.-

-James te esta diciendo la…