-Creo que eso no importa ahorita, ¿qué haremos con ellas?.- dijo Odell señalando hacÃa el ejército de copias mÃas que avanzaban hacÃa nosotros.
Corrà hacÃa donde se encontraba James, la aberración que atacaba a James parecÃa decidida a arrancar un buen pedazo del brazo de James.
-¡Suéltalo maldita cosa!.- grité, y de un puntapie la alejé de mi hermano, el zombie alcanzó a llevarse un buen trozo de carne.
James miraba la sangre y tejido que asomaba de su herida y parecÃa no comprender que era lo que le pasaba. Me arrodillé junto a él y aplique presión sobre su herida.
-James, tienes que levantarte, tenemos que salir de aquÃ.- susurré con urgencia, la zombie parecÃa estar entretenida con el pedazo de carne que habÃa obtenido y lo masticaba felizmente ignorandonos momentáneamente. -No tenemos mucho tiempo, vamos.-
-Emily, ¿qué has hecho?.- preguntó James con tristeza.
-James, yo.. yo no…-
-Niña, si ya tienes a James, debemos de irnos de aquÃ.- interrumpió Magician quien intentaba detener el avance de las Emilys, de manera poco exitosa.
-Lo sé anciano.- grité, -¿Cómo sugieres que hagamos eso?, Sà tienes alguna idea ahorita es el momento. Esto es culpa de ustedes, no mÃa.-
SentÃa como la sangre de James comenzaba a recorrer mis brazos.
-Ustedes las crearon, ellas no son yo.-
Por alguna razón eso pareció detener el avance de las Emilys, todas voltearon a verme, incluso la creatura que hasta hace unos instantes estaba felizmente engullendo una parte de mi hermano.
Me levanté lentamente y con trabajo logré que James se pusiera de pie también.
Ver a todas estas Emily, estás versiones de mi misma era como verme en un espejo, aunque la mayorÃa eran idénticas a mà en lo exterior, sabÃa que no eran como yo, no eran yo, eran un yo que jamás debió de existir, no sé como explicarlo, lo que sabÃa con toda certeza era que cada una de ellas me odiaba, podÃa sentir como dentro de ellas las consumÃa una rabia inmensa y profunda, sabÃa que sin importar lo que hicieramos ese odio nunca podrÃa disminuir.
-¿Ahora lo entiendes hermana?.- preguntaron las otras, docenas de voces hablando en perfecta sincronÃa. -¿Entiendes que es lo que necesitamos?.-
-SÃ.- contesté, -lo entiendo.-
Atraje a mi hermano hacÃa mà y le dà un fuerte abrazo.
-Todo estará bien.- prometÃ. -Te quiero.-
Solté su brazo y comencé a caminar hacia ellas.
Magician me bloqueó el paso -Espera niña, ¿qué estás haciendo?.- preguntó.
-Tanto tiempo y aún no lo entiendes, no ves lo que está pasando aquÃ, lo que hemos ocasionado.-
-Déjala pasar.- comentó Seamus, en su mirada veÃa que habÃa comprendido mi propósito.
James pareció reaccionar en ese momento y corrió hacia mÃ.
-¡Emily!, ¿qué es lo que harás?.-
-Esto ha ido demasiado lejos, lo siento mucho, lo que le pasó a Rachel es mi culpa.- Al mencionar su nombre los ojos de James se llenaron de lagrimas. SentÃa que debÃa de darle alguna explicación, no querÃa que sufriera más, no a costa mÃa. -Tengo que ir con ellas, si no lo hago las cosas se pondrán muy mal, ellas no son mas que el principio. Es donde pertenezco.-
-¡Pero ellas no son tú!.- gritó Orb.
-Es ahà donde te equivocas Odell, sin importar lo que las personas deseen, sin importar lo que hagan, las personas nunca pueden ser algo que no sean ellas mismas- explicó Seamus, -todas ellas son Emily.-
Asentà mi cabeza lentamente ante sus palabras.
Avancé rápidamente los últimos pasos que me separaban de ellas antes de que fuera demasiado tarde, tome la mano de una de las Emilys y el resto copiaron mi movimiento, por unos segundos estuve parada en un lugar extraño que parecÃa difuminarse, donde todo aquello que podÃa ver no existÃa y lo invisible se tornaba real.
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-!Emily!.- grité al verla desaparecer junto con las demás.
Volteé hacÃa Seamus. -¿La volveré a ver?.-
Seamus sonrió.
-SÃ.-