-¿Por qué a mí?. ¿Por qué soy yo una llave?.-

-Es una excelente pregunta, estoy seguro de que ya sabes la respuesta.-

-No, en realidad no.-

-Piensa, eres una llavecita inteligente, se que se te ocurrirá.-

-No tengo idea.-

-Mmm.. creo que yo se.- interrumpió Orb.

-¿Sí?. ¿Qué es lo que sabes?.- preguntó Magician con una sonrisita.

-Pues, mmm.. no se si este bien, pero pues es lo único que se me ocurre.- titubeo Orb.

-Ya dilo quieres.-

-Este.. las llaves que yo conozco son tu y la mamá de James. Las dos tienen en común a James, así que creo que las sombras del hubiera tienen que usar a alguien muy cercano a ellos. ¿Estoy en lo correcto?.-

Mire a Magician quien parecía estar sorprendido.

-Impresionante pequeño Orb, eres mas observador de lo que pense. Tienes toda la razón, necesitas alguien muy cercano para poder cruzar.-

-Espera, si lo que dices es cierto, entonces, ¿quién utilizó a la mamá de James?.-

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-¡Mama!.- Corrí a abrazarla mientras ella continuaba hablando por teléfono. Hasta el momento en el que aspire su aroma seguía teniendo mis dudas sobre si todo esto era real, pero ahí estaba ella, era real, incluso traía puesta la bata que tanto aborrecía yo. Suspire felizmente y recoste mi cabeza en su hombro.

-James, ¿qué es lo que te pasa?. Estoy al teléfono.- susurró Mamá mientras tapaba con una mano el teléfono.

-Nada Mamá, es solo que te extrañe.-

-¿Extrañarme?, pero de que hablas, si no he ido a ningún lado.-

-Sí lo sé, no me hagas caso Mamá.- deje de abrazarla y la observe cuidadosamente. Tenía la frente ligeramente fruncida, sus ojos se veían cansandos y alcanzaba a ver las arrugas que se estaban formando poco a poco en su rostro. -¿Qué te parece si te preparo el desayuno mientras tu sigues hablando por teléfono?.-

Mamá me miro sorprendida, la última vez que le había hecho el desayuno había sido hace un par de años cuando Papá se había ido.

-Gracias hijo. Hay jugo recien exprimido y el café debe de estar listo en unos cuantos minutos.-

Asentí, le dí un beso en la frente y me dispuse a preparar el desayuno para ambos. Prepare unos huevos revueltos con tocino y pan tostado, no era el mejor cocinero del mundo pero esto no me salia mal. Mientras cocinaba podía escuchar la conversación de Mamá al teléfono, cada vez parecía más molesta hasta que finalmente colgó el teléfono y se sentó a la barra. Coloque la comida frente a ella y le acerque una taza de café.

-¿Está todo bien Mamá?.-

-Sí, son unos inútiles, pero creo que finalmente los hice entender, vendran en la tarde a revisar la instalación.-

-Es estupendo Mamá.- Me serví un vaso de jugo y me quede parado observando a Mamá, con cada minuto que pasaba podía sentir como las cosas volvían a la normalidad, la pesadilla por la que había pasado cada vez parecía más alejada.

-¿Te encuentras bien?.-

-Sí, no es nada.-

-Vamos, dime que es lo que te tiene tan preocupado. ¿Estas teniendo problemas en la escuela?.-

-No Mamá, todo va bien.-

-¿Te peleaste con Rachel?.-

-No.- sonreí ligeramente ante la pregunta de Mamá, ella siempre estaba intentando hacer que saliera con Rachel como más que amigos.

-¿Entonces, por qué tienes esa cara?.-

-Sólo fue un mal sueño Mamá.-

-¿Te quedaste dormido otra vez en la computadora, verdad?. Ya te he dicho que te vas a lastimar el cuello si sigues haciendo eso. Ni hablar de lo que le pasará a tus ojos por tanto que abusas de ellos.-

No pude evitar sonreir ante el regaño de Mamá, lo cual no le causo ninguna gracia a ella, pero como explicarle que era un alivio ver que  estuviera bien, incluso si eso implicaba que me regañara.

-Se te hará tarde para la escuela y aun no has despertado a Emily.-