que seria peligroso que la dejáramos entrar en este plano”- dijo orb, en un tono que deteste.
-Si claro, es lo que nos quiere hacer creer, a el no le conviene que Emily entre a este mundo y me ayude a…-y para variar otra interrupción, ahora Rachel era la que hablaba.
-no se trata de eso James, nos explico que cada sombra tiene una manera “diferente” de llegar a este plano, en el caso de Emily y la conexión que tiene contigo, pues…seria peligroso para ti-dijo todo esto mientras tomaba mi mano y la acariciaba, supongo que lo hacia con el fin de tranquilizarme.
Después de escuchar esas palabras la habitación quedo en silencio, con aquellos dos mirándome y yo atado, fue cuando ya no pude más. Ya no me interesaba saber sobre voces, sobre planos, sobre “hubieras”, sobre quien y quien no tenia la razón, mi madre estaba muerta o algo asÃ, y es lo único que me importaba ahora. Y de alguna manera querÃa el tiempo, para llorarla, querÃa detenerlo todo, querÃa que todo se congelara y no avanzara, querÃa sentarme, tomarme la cabeza con mis manos y llorar.
Entonces una extraña energÃa recorrió mi cuerpo, note como todos los vellos de mi cuerpo se movÃan y de mi boca salio solo una palabra “detente”.
Y toda la habitación se torno blanco y negro, Rachel y orb se quedaron paralizados frente a mi, con sus respectivas posiciones de consternación, luego la palabra “desatar” salio de mi boca y todas las cuerdas que tenia se soltaron una a una con mucha calma, yo me incorpore y nada de esto me sorprendÃa, de alguna manera sabia que yo lo habÃa provocado, que yo habÃa hecho este… ¿hechizo? Pero que mas me daba, solo camine por el cuarto que parecÃa una pelÃcula congelada, de esas viejas que a veces solÃa ver mi madre, le gustaban mucho, decÃa que las veÃa con su abuela cuando mi madre era tan solo una niña, y que disfrutaba mucho esos momentos ya que siempre habÃa pasteles y galletas cuando las veÃa, decÃa que eran verdaderos “clásicos” -no como las pelÃculas de hoy en dÃa- mencionaba, de hecho solÃa verlas todavÃa, tenia colecciones y colecciones de esas pelÃculas, recuerdo que era fácil darle un buen regalo de cumpleaños, solo tenia que buscar una pelÃcula vieja de las que le faltaban y listo, era la mujer mas feliz del mundo, siempre se sorprendÃa de lo que le daba aunque ella sabia que era una pelÃcula, era tan fácil hacerla sonreÃr, su sonrisa…su abrazo y ahora…
Y entonces las lagrimas regresaron y con ellas una punzada en el corazón, la cual hizo que me doblara de rodillas, y empezara a sollozar mientras tomaba mi rostro con mis manos y ahora sabia que la palabra que saldrÃa de mi boca no seria ninguna evocación, ningún hechizo, solo una palabra que me harÃa llorar cada ves que la pronunciara de aquà en adelante…”mama” dije.
-Mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa- y golpe el suelo con todas mis fuerzas mientras mis lagrimas mojaban la alfombra del cuarto de Rachel.
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No se cuanto tiempo estuve llorando y golpeando el suelo, habÃa perdido la noción del tiempo o el tiempo al parecer me habÃa perdido a mi, todo seguÃa igual, menos yo, las caras de orb y de Rachel paralizadas, observando consternados un montón de ataduras en el suelo, y yo en pie delante de ellos.
Observe mi propia mano y pude notar que yo era lo único que tenia color en esa habitación, reflexione por un momento, y pensé si también habÃa afectado todo el mundo con lo que habÃa hecho, bueno tampoco creo ser tan poderoso ¿o si?, vaya me estoy saliendo del tema, ya habÃa tomado una decisión y tenia que comunicársela a Rachel y aunque no me agradara del todo también a orb, asà es que tenia que hacerlo.
Pronuncie la palabra “continua” y todo…