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Entrada #30: Guardián

Contemplándome completamente desconcertado, su afilada sonrisa desapareció en un instante y lo que sería su cuerpo comenzó a encorvarse…pude apreciar que ella también estaba sintiendo dolor, lo cual sólo logró alimentar mi horror a un grado especial de delirio, no podía más…tanto mi cuerpo como mi mente estaban en estado crítico…necesitaba ayuda, estaba desesperado.

Creí haber vuelto a desmayarme, lo cual, he de reconocer, ha sucedido con demasiada frecuencia últimamente. De repente una luz verdosa me cegó por completo, no podía observar lo que ocurría a mi alrededor, el dolor llegó a ser tan insoportable que entré en shock,  en un segundo me sentí sumamente débil, las endorfinas surtieron su efecto, dejé de sentir dolor.

Para cuando pude volver a abrir los ojos me percate que seguía en el mismo lugar, postrado en el suelo, empapado de no se que, y ahí estaba, vi como se incorporaba de nuevo y se formaba una sutil  sonrisa en el lodoso rostro de mi siniestra hermanita…

-    Ja!… no puedo creerlo querido James, con esta sería la segunda vez que me sobrevives…es increíble la imprudencia de ustedes dos –

-    ¡¿De qué diablos estas hablando?!  – Quise gritarle, exigirle una explicación, aun que mi voz salió apenas como un ligero y lastimoso murmullo.

-    ¡Carajo!, esto nos ha debilitado a ambos y ya puedo sentir su repulsiva presencia. Pero no estés triste hermanito, prometo que pronto terminare con todo esto- ¡HASTA ENTONCES SEAMUS!, disfruta tu patética creación y tu estúpida ilusión de salvar lo insalvable, tu adorada descendencia…jajajajaja…que triste Seamos, que triste-

Yo sencillamente no entendía nada, ¿Seamus?, ¿creación?, ¿descendencia?  y ¿esa luz verdosa qué?

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La irradiación cedió, enfoque la vista, estaba en la calle, tenía raspaduras por todo el cuerpo y había cosas hechas añicos por todos lados.

-    ¡Rachel! ¡Rachel! levántate, debemos ir con James está en peligro. Esa cosa negra va a matarlo…

Intenté incorporarme, aunque seguía demasiado aturdida. Todo ocurrió muy rápido… esa luz de nuevo, esa voz, ese nombre y Orb repitiéndose:

– No,  no puede ser Él, es imposible….

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La vi alejarse, y contemplé mi brazo cubierto de sangre que intentaba detenerla…un momento…¡sangre!, se activó un gatillo de horror que terminó al fin de despertar mi consciencia. Si, estaba en el suelo empapado de sangre, pero por más que me pasaba las manos por todo el cuerpo no encontré ninguna herida abierta…

Mientras intentaba salir del pánico buscando una explicación lógica a lo que estaba pasando – mi error – volvió a encandilarme ese perturbador resplandor verde.

A lo lejos alcance a distinguir una figura que se acercaba, su presencia era tan poderosa, de esa figura emanaba fuerza, sabiduría,  seguridad y tanta calma… me percate que no había ni un solo ruido aun cuando el viento soplaba fuerte.

Pude escuchar claramente su voz, se dirigía a mí:

– Lamento que este, al parecer inevitable enfrentamiento, fuese tan vertiginoso. En definitiva es un momento desfavorable para ti, puesto que estás de luto por tu madre, el conocimiento de tus poderes llegó abruptamente y  no estas listo para controlarlos. Todo es mi culpa, siempre supe que había un gran potencial dentro de ti, por eso prometí protegerte, sin embargo, temo haberme equivocado terriblemente al confiar en que tu padre  sería un buen guardián y mentor,  me suplicó le diera una oportunidad, pero demostró ser un cobarde al abandonarte de esa forma-

– ¿De qué esta hablando? ¿quién es usted?

– Mi nombre es Seamus-

Él notó mi sobresalto a estuchar su  nombre.

-Tranquilo James, creo que hay cosas más apremiantes que hay que resolver-.  Giró su rostro y con la mirada me  señaló algo mientras sonreía afectuosamente.

Escuché que alguien me llamaba débilmente:

– Ja-James –

Esa voz, esa voz me era tan familiar, pero no podía ser ella, ¡esta vez su voz no venía de mi cabeza!

Voltee en la dirección que señalo Seamus, y ahí, a un lado mío….las lágrimas brotaron sin control, no era posible, yo había…