-¿Qué fue eso?- preguntó Seamus, mientras soltaba las golosinas que traÃa en la mano.
-Oyee, sà no te las vas a comer, ¡no las desperdicies!.- exclamó Magician indignado mientras se agachaba a inspeccionar las golosinas tiradas.
-Viejo, calla un momento, ¿no lo sientes?.-
-¿Viejo?, viejo seras tú, mira que ser lo suficientemente sinvergüenza para llamarme viejo a mÃ, sà comparado contigo soy un jovenzuelo.-
-Shhh… pon atención.- Seamus se agachó y volteó la cara de Magician hacÃa donde se estaba llevando a cabo el combate. -Observa un momento, ¿notas algo diferente?.- señaló a James.
-Ohhh.. eso es inesperado. ¡Ajá! esté todavÃa sirve.- sopló sobre la golosina y se la metió en la boca.
-No pareces preocupado.-
-Meh, pues como siempre he dicho lo que pasará pasará y lo que no, ¡pues no!, jajajaja.-
-Loco como una cabra.- murmuró Seamus.
-¿Eh?, ¿qué dijiste?.-
-Nada, nada, creo que debemos sacar a tu chico de aquÃ, mi nieto lo destrozará.-
-¿Ese pequeño debilucho? Nah, ya verás, Odell es más hábil de lo que aparenta, pero si te preocupa tu retoño pues podrÃas intentar sacarlo de aquÃ.-
-¡En mi linaje no hay ni un rastro de debilidad!.-
-SÃ, sÃ, todos dicen lo mismo, pero.. sà estas tan seguro, ¿qué tal si lo hacemos interesante?, una pequeña apuesta…-
Seamus miró a su nieto, este se encontraba erguido con las extremidades muy tensas, su mirada se mantenÃa fija en Odell, poco a poco notaba como la mirada de James perdÃa un poco su brillo animal y alcanzó a ver el inicio de una sonrisa en su rostro. En ese momento supo lo que iba a pasar.
-Nombra tus términos.-
-¿SÃ?. Ohh no pensé que aceptarÃas, pero si realmente le tienes tanta confianza a tu chico, que te parece sà apostamos… un deseo…-
-Mmmm… ¿qué tipo de deseo?. Sabes que hay ciertos lÃmites.-
-Claro claro, pero también sabes que justo donde estamos podrÃamos olvidar un poco esos lÃmites.-
-SÅ- Seamus lanzó una mirada más a su nieto, -está bien, acepto.-
-¡Eso es estupendo!. Hey Odell, qué tal si le enseñas al viejo Seamus todo lo que te he enseñado.- gritó Magician.
Odell levantó la mirada -¿Eh? Ahh, sà sà claro, con este anillo podré derrotar a quien sea.- gritó entusiasmado. -Bien, ahora sólo tengo que concentrarme y podré utilizar todo su poder. Espero que estes listo po…-
Lo que sea que iba a decir Orb fue interrumpido por una multitud de manos que salieron disparadas de James, estas lo sujetaban y tiraban de él hacÃa James. Orb intentaba soltarse con todas sus fuerzas pero entre más luchaba más manos aparecÃan, ni siquiera podÃa abrir la boca sin que se lo impidieran las manos.
-Ay, este chico, en serio que no recuerda nada.- suspiró Magician. -Orb, concéntrate, vamos, yo sé que puedes lograrlo, hazlo por tÃ, por tu mejor amigo, ¡hazlo por mÃ! ¡no quiero perder!.-
-¿Ya estás listo para aceptar la derrota?.- preguntó Seamus.
-¡No!. ¡Vamos Orb tú puedes!.-
Las manos habÃan logrado llevar a Orb hasta James quien sonreÃa ampliamente, acercó uno de los brazos hacÃa su boca y más rápido de lo que pudo gritar Magician le habÃa pegado una gran mordida, la sangre brotaba con abundancia y resbalaba por la quijada de James. Orb se agitaba con violencia e inclusó con las manos que cubrÃan su boca se escuchaban sus gritos de dolor.
-Está bien, tú ganas Seamus.-
-¿Y el deseo?.-
-Lo tendrás, pero deten a James antes de que sea demasiado tarde.-
Seamus avanzó los pocos metros que lo separaban de Orb y James, colocó una mano sobre la frente de James, cerró los ojos y pronunció rápidamente unas palabras, al abrir los ojos sujeto con su otra mano una de las manos en sombras y dió un fuerte tirón.
En ese momento James soltó a Orb y ambos cayeron al suelo con un grito.
Seamus acercó a quien tenÃa sujeto
-Hola, traidor.-