Tag Archives: Odell

Entrada #50: Basta de pretensiones

–¿Soy tan fácil de predecir? –le contesté ofreciéndole a Odell el último trago de mi bebida, el cual agarró con gusto antes de contestar.

–Para mí, sí –dijo él al sentarse a un lado, con los pies colgando del edificio, sin preocupaciones. Como si estuviéramos sentados sobre columpios y el suelo estuviera a unos centímetros de nosotros.

–Si soy tan predecible, ¿por qué nos tienen que hacer repetir ese día una y otra y otra y otra y otra y otra y otra vez? –contesté apoyando mi frente en su hombro– Estoy harto de revivir ese día. No entiendo de qué trata todo éste entrenamiento.

–pueeeeees… –dijo Orb, alargando la palabra como si eso le diera más tiempo para pensar la respuesta correcta.

–Pero lo que menos entiendo, es por qué si ahí, creyendo que va a servir de algo. Siempre termino muerto, zombie, cortado entres, absorbido por las sombras. ¿Qué no se supone que tengo que sobrevivir? Qué clase de héroe pretendo ser… –dije más para mi mismo que para que alguien me escuchara– De hecho, no sé en qué momento quise ser un héroe, nunca quise hacerlo. Sólo… sólo… hacer magia se veía tan bonito cuando sólo era parte de los animes que solía ver. Cuando forma parte de tu vida, como que ya no es tan divertido.

–Hemos tenido esta discusión mil veces también –Dijo Orb con mucha paciencia, despeinándome con la mano que tenía libre–, lo hacemos porque le mundo que teníamos acabó hace 7 meses. Allá de dónde venimos, todo está en ruinas. Todo lo que nos queda, es vivir en el hubiera, entrenando para algún día recuperar lo que es nuestro. Quitarle nuestro mundo a las sombras y su ejército de zombies.

–Pero… no hemos hecho nada más que huir y escondernos –contesté girando un poco la cabeza, para ver la vista de la ciudad que aquella azotea nos ofrecía. El recuerdo de la ciudad donde viví cuando mi vida era normal–, nunca vamos a lograrlo, Odell. Sólo estamos engañándonos a nosotros mismos. Esperando algo que nunca va a suceder. Creo que el dueto senil, y por lo tanto nosotros también, lo estamos poniendo de excusa para sentir que podemos hacer algo todavía, para no perder la fe de que queda algo por qué vivir. Pero… ¿qué queda si todo está muerto?

–Pues… creer es crear, ¿no? –dijo él con un poco de tristeza en su voz, mis palabras lo habían herido como lo estaban haciendo conmigo– creer eso no nos va a ayudar de nada. Menos en un plano donde las creencias viven.

–Pues… creo que debemos dejarnos de pretensiones y hacer algo de verdad. Algo que exista. Dejar de meternos en un cuarto a simular lo que “hubiera” pasado si hubiéramos tomado tal o cual decisión –dije enrabiado de tener que recordar nuestros errores una y otra vez– quiero hacer algo nuevo, algo distinto.

–Dejar el pasado atrás y continuar –dijo Orb en un suspiro.

–Así es, aceptar lo que pasó y dejarlo ir. Sufrir por mi madre, por Rachel, por la hermana que nunca tuve, por todo lo que pasó no me está ayudando en nada. Estoy harto de estar mal por ello, quiero estar bien y en paz, quiero hacer eso que la gente llama sonreír, ya se me olvidó como se hace –dije levantando la cabeza para verlo a los ojos. Estaban tan rojos e hinchados como los míos– En verdad, quiero tener una nueva oportunidad.

–Pero… oportunidad… ¿de qué? –preguntó él intrigado, con real interés en su voz.

–De disfrutar lo que hacemos, de encontrarle un nuevo sentido a por qué estamos haciendo todo esto, de reinventarnos –dije poniéndome de pie tratando de verme alegre y sonar enérgico.

–Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii –contestó Odell con una sonrisa y una energía de alegría que nunca, en los 7 meses que llevábamos viviendo junto a los viejos, había visto en él.