-…las leyendas dicen que después de eso, al morir, se desintegró para formar parte del gran hueco que dejó en el hubiera -le dije a Rachel para terminar de contarle por qué era tan imposible que Seamus estuviera con James.
-Lo que estás diciendo no tiene sentido, Orb –Dijo Rachel inmediatamente.
En ese momento yo me pregunté qué de todo lo que habÃa sucedido aquella noche, que bien pudieron ser meses, lo habÃa tenido.
Recapitulemos.
Yo era un chico por asà decirlo normal, dentro de lo que cabe, pues. Siempre he creÃdo en la energÃa del mundo y lo que las decisiones pueden causar mezclándolas con un poco de fe y buena esperanza.
Me unà a Spellbook creyendo que serÃa divertido conocer gente que ensoñara lo mismo que yo, que practicara creencias similares, digo similares, ya que a éstas alturas del asunto… cada quien cree lo que quiere y pocas veces vas a encontrar alguien igual.
Elegà el username de Orb porque son mis inÃciales. SÃ, se que suena estúpido, pero es verdad… Odell Rottenbürg Bhaz. SÃ, mis papas son alemanes, pero eso es cosa de otra historia Orb, concéntrate.
Todo empezó cuando escuché por primera vez la leyenda de Seamus, después de que las sombras se comieran a mi mejor amigo el dÃa que esperábamos tomar una decisión importante. En ese momento empecé a creer que todo aquello era real y prometà que no permitirÃa que le sucediera lo mismo a nadie más. Como cosa de magia, irónicamente, Magician me contactó dÃas después.
“Sé por lo que estas pasando, por lo mismo vengo a pedirte que me ayudes para cuidar que a alguien no le suceda lo mismo, en una ciudad lejos de la tuya. ¿Qué dices?
Es una misión muy importante, involucra salvar al Ahora de ser comido por el Hubiera.
Espero escuchar de ti pronto, hasta luego.â€
Al principio creà que estaba bromeando, asà que decidà seguirle el juego. Hubo planes y estrategias, entrenamiento y no sé en qué momento acepté viajar hasta aquella ciudad. TenÃa la prisa del mundo encima, preocupándome por el bienestar de alguien que ni siquiera conocÃa. Pero como siempre, en todo lo hago, llegué tarde. Es como si tuviera una habilidad especial o una maldición… llegar a dónde me necesitan en el segundo exacto cuando ya es demasiado tarde.
Digo, alcancé a salvar al que me encomendaron, al que tiene sangre de Seamus dentro de él. Pero sufrió por la muerte de alguien, al igual que yo. Lo supe cuando vi salir de su casa una bestia de ojos rojos, con la forma de mi mejor amigo. Una versión diferente de él. Uno de sus tantos hubieras, quizá el que sà logró hacer aquella decisión y buscaba re-encontrarme. Ese hecho, verlo a los ojos llenos de odio, rondó mi cabeza cada que algo nuevo sucedÃa, fue cuando realmente todo se salió fuera de control. Estaba fuera de mi poder hacer cualquier cosa, me sentÃa que tan inútil que no podÃa ser más que ser mero espectador.
El pasillo entre las realidades, las sombras que estuvieron a punto de comernos, las voces en la cabeza de él, las sombras llamándolo maestro, que el poder de él despertara tan abruptamente, la intervención de Magician, su disque hermana interfiriendo una y otra vez. Me encantarÃa que decidiera de una vez por todas de qué bando está. Me queda clarÃsimo que Magician no es el villano de todo esto, lleva veinte años luchando porque las sombras peligrosas no se salgan del hubiera. El piensa que mientras no atenten con lastimar a la gente-llave que tiene una vida por delante, tienen todo el derecho de salir, ya podrán usarla cuando sea buen momento. Antes no. Siempre me ha molestado que hable de la personas como si fueran cosas… Orb, orb, concéntrate carajo… ¿no puedes ni recapitular lo que ha sucedido sin distraerte?
¿Algún dÃa haré algo bien?